Valientes ante la enfermedad

Continuamos con este hermoso y desafiante tema “Valientes ante la enfermedad” personas que pasaron situaciones muy difíciles pero que decidieron creerle a Dios. ¿Quieres acompañarnos en este valle de bendición?

 

Memoriza la palabra de Dios – Isaías 41:10

No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas; yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa.

Adora al Señor

Una joven médico, se enfrenta al peor desafío de su vida.  Descubre que algo anda mal en su familia, el diagnóstico llegó, el temido “Covid 19” se hizo presente en su casa, su padre, su madre y ella contagiadas por el temido e impredecible virus.

¡Y comienza la odisea, primeras sensaciones, miedo, angustia, ansiedad, preguntas, y la impotencia grita!!

¡No puedo con esto Dios!, ¡Esto es demasiado para mí! ¿alguna vez te has sentido así?

¿Te a desbordado una situación, lo estás viviendo en estos momentos?

Todo lo anterior es una forma natural de actuar ante lo desconocido, pero cuando permitimos que el poder “sobrenatural” de Dios actúe en nuestra vida, la situación está allí pero tu perspectiva cambia, encuentras que hay un Padre amoroso listo para brindarte la mano y la ayuda que estás necesitando, Dios quiere que usted esté convencida de su presencia y  acompañamiento  y que le dará la “valentía” cuando pides ser fortalecida.

Esta médico entendió, que cuando acudes a Dios y clamas por ayuda, Él llega y recibes aliento, ánimo y el respaldo divino.

Este es un acto de fe, no es momento de lamentarse y quejarse ni siguiera de preocuparte, sino de “ocuparse”, ocuparse en poner los conocimientos médicos y buscarlo a Él en oración,  No estás sola en tus luchas, cada prueba te forma carácter y te hará consciente de ese amor “sobrenatural” que tu Dios te da. La valentía y la determinación de salir de la prueba Dios la da, cuando le creemos a Él y en El.

 

Hoy aprendimos que:
  1. En la prueba Dios forma nuestro carácter
  2. Y nos enseña a tener una dependencia total de nosotros hacia Él.
¡Oremos juntas!

Amado Dios, gracias porque estamos seguras que tu tienes todo bajo control, descanso en Ti y en tus promesas, sé que puedo confiar en que tu manejas todo aquello que en este momento me abruma y  que mi corazón y mi mente están calmados. Amén.

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