Habilidades para tener conversaciones de bendición

Es difícil en muchas ocasiones decir con amor algunas cosas no tan agradables a los demás, expresar si algo nos molesta o nos ha ofendido, exhortar, e incluso hablar de temas delicados, ya sea con familia, amigos o hermanos de la iglesia. Sin embargo, es momento de aprender algunas habilidades para tener esas conversaciones cruciales.

Memoriza la palabra de Dios – Proverbios 15:1 TLA

La respuesta amable calma el enojo; la respuesta grosera lo enciende más

Adora al Señor

Abra su corazón y conéctese con Dios mientras disfruta de esta alabanza.

Medita en el tema de hoy: Habilidades para tener conversaciones de bendición

No existe duda que hay una gran cantidad de personas que tienen conflicto para expresar lo que sienten en momentos incómodos, o si hubo algo que hizo tanto daño que prefiere guardarse todo ese resentimiento y rencor. Sin embargo, la mejor forma de prepararnos para empezar a tener esas platicas que hemos evitado por días, meses o años es buscando ayuda en Dios a través de la oración y la lectura de la palabra en cuanto a como Dios establecía esas conversaciones.

Hay algunas habilidades que son de mucha utilidad, estaremos hablando durante esta y la próxima semana sobre siete diferentes habilidades que puede ejercitar y poner en práctica para tener mejores conversaciones y que estas no solo ayuden a la resolución de conflictos, sino que también sean de bendición para usted y las personas a su alrededor.

  • Habilidad 1: Empezar con el corazón

El primer paso es abrir el corazón, ser vulnerable y tomar en cuenta que la razón principal para tener la conversación es el amor hacia la otra persona, no busque tener esa conversación crucial con el propósito de crear conflicto, es importante que el amor sea el principal motivo.

La clave de esta conversación es en que sea de crecimiento para todas las personas involucradas; el mostrarse vulnerable no quiere decir que debe dejar que el resentimiento, enojo o desconfianza lo dominen, sino más bien hay que enfocarse en expresar el dolor con esperanza y perdón.

La palabra de Dios en Santiago 1:19-20 dice: Recuerden esto, queridos hermanos: todos ustedes deben estar listos para escuchar; en cambio deben ser lentos para hablar y para enojarse. Porque el hombre enojado no hace lo que es justo ante Dios.

  • Habilidad 2: Aprender a observar

Esta habilidad de observar a otros nos ayuda a desarrollar la empatía y poder entender mejor a los demás. Y esto no se trata de ver a la otra persona desde nuestro dolor, resentimiento o enojo; se trata de ver con los ojos desde las luchas, dificultades, necesidades y sentimientos de la otra persona. Si aprendemos a observar podremos decidir mejor lo que vamos a decir y cómo actuar en nuestros momentos con ellos, así nuestras platicas podrán ir en la dirección correcta.

  • Habilidad 3: Establecer seguridad

No hay mejor forma de iniciar una conversación crucial que dándole la confianza a la otra persona, que se sienta en un espacio cómodo, sin prejuicio y que sienta que realmente eso se está haciendo por amor. Es necesario establecer un propósito mutuo, hacer sentir a la otra persona con sinceridad que nos importan sus metas, su visión, sus necesidades y sus sueños.

Además, es imprescindible el respeto. Para lograr tratar a alguien que está en desacuerdo con esta seguridad que le ofreces, es importante primero dejar clara tu intención y luego asegurar tu intención con ellos.

Reflexionemos:
  • ¿Cuándo tengo una conversación crucial, estoy realmente abriendo mi corazón y hablando desde el perdón?
  • ¿Tiendo a ponerme en los zapatos de los demás al momento de tener este tipo de conversación, o estoy haciéndolo desde mi sentir y molestia?
  • ¿Creo un ambiente de seguridad y doy la confianza a la otra persona para tener una conversación importante?
Oremos juntas

Padre mío, tú sabes que no es fácil enfrentar a otros. Te pido que me des la sabiduría para poder hablar según lo que tu deseas, para no hacerlo desde mi negatividad, resentimiento o dolor. Quiero aprender a perdonar mejor, y reconstruir mi relación de pareja, con amigos, familia o miembros de la iglesia. Sé tu siempre delante de mí, poniendo tú las palabras correctas en mi boca y que en todo tiempo seas tu glorificado. Amén.

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